viernes, 16 de septiembre de 2011

El día después...de tres días.

Hoy, después de tres días de tratamiento, no es que sea un día muy bueno que digamos..como dicen los gaditanos: ¡que fatiguitas tengo!
Pero no pasa nada, yo estoy con mucha paciencia,esto pasa en unos días. Lo peor de todo: el teléfono sin parar de sonar,el timbre de la puerta sonando y la vecina que me esta escuchando en el baño y por el patio me llama.. ¿NIEEEVEEESS..QUE TE JAACE FARTAAA?..y yo que no puedo levantar la cabeza del ...imaginaros de donde.

Que impotencia no poder acudir a nadie y tener que quedarme ahí hasta que eso pasa. Y no poder ni contestar,creo que a veces piensan que "que malizima hora tengo"..que ni contesto.
Les pido perdón a todos esos que me llaman y en ese momento no le cojo el teléfono ni puedo abrirles la puerta de mi casa, quiero que sepan que es en contra de mi voluntad..

...voy a sacar fuerzas para levantarme y escuchar a mis dos tormentos que llegan del instituto contando las anécdotas del segundo día de clase..y que nadie se preocupe, que mañana, como yo suelo decir
                                               ...saldrá el sol de entre las nubes..

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Segunda parada.

O lo que es lo mismo: Segunda visita...segunda sesión. Un poco caótica. Sin infravalorar el trabajo que realizan médicos, enfermeras, auxiliares...Por desgracia hay tantas enfermas, que se producen aglomeraciones. Pero voy a ser sincera, sin saber realmente de quien es la culpa, lo que transmiten, lo que recibo: falta de personal, falta de organización, falta de una planta abierta realmente, ya no como hospital de día, sino como planta dedicada exclusivamente a tratamientos oncológico...las horas que sean necesarias. A partir de las tres de la tarde, queda el mínimo personal, algunas contratadas a media jornada, para atender a las pacientes que van quedando a terminar su tratamiento. Si llegó la hora de cierre de farmacia (dos y media) y no has pasado a consulta...chica, mala suerte. Tendrás que volver mañana, porque a quien dirige el hospital le importa bien poco tus molestias, tus dolores, tus angustias, tus madrugones, tus cinco...seis horas de espera. Le importa poco que mañana vuelvas a madrugar aunque te cueste la vida tirarte literalmente de la cama.
Y digo a quien dirige, porque veo, percibo y siento, el malestar del medico, que no sabe como decirte que lo siente, pero después de atender, con todo el respeto del mundo, paciencia, calma, comprensión y hasta atisbos de un poco de afecto, a 25, 28, 30 o 32 pacientes, hoy te ha tocado a ti.

Viéndolo venir, yo, cabezona, doy por alma a la administrativo de turno. Doy tumbos por el pasillo, miro de reojo...miro el reloj...y después de unos sube-baja pasillo adelante, pregunto, como quien temiendo lo que se avecina: ¿No es por nada, pero habéis pedido el tratamiento antes que cierre la farmacia...a que si?. Y mirarme con la cara que quieras, que no soy más lista que tu, ni voy por la vida de toca-narices. Solo soy una acompañante, que ve venir lo que le toca y hoy no me va a tocar a mi.

Ahora me río sola, de acordarme lo osada que he sido, diría que hasta borde e impertinente. Me atreví a decir, ya a última hora y a quien sospechaba también comete errores, como todo el mundo, solo que no tiene la capacidad de admitirlos, pues le he soltado: Hoy vienes con el moño tieso? Pues no me toques la moral, que como te de un cogotazo te lo pongo en la frente.
¿Qué eso no se dice? Lo sé. Pero no he dado lugar a réplica. Y ha servido para que me den las instrucciones correctas para conseguir las próximas citas y no encontrarme sorpresas de no está en la lista cuando vaya.
Aunque me río más cuando me acuerdo de la reacción de mi hermana, que ha dado media vuelta y ha salido de la sala, muy disimuladamente. Me ha dado la impresión que ha pensado: Ahí te apañes que te lo has ganado a pulso, tiraros de los pelos vosotras dos.

Aparte de todo eso, una sesión más, o mejor dicho, una sesión menos que queda.
Mañana a por otra.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Comienza el viaje.

Solo he tenido cuatro meses de vacaciones, muy cortitos pero intensos. He disfrutado de amanecer en el campo, atardecer en la playa de el playazo y esperar a que saliera la luna. Largas charlas con José, muchas risas,  reuniones de familias, algo que antes me parecía una tontería. 
En estos meses le he dedicado muchas horas a escuchar el mar, el silencio del campo, mirar las estrellas, observar las nubes y sus formas, cerrar los ojos y sentir el sol y el viento en la cara, mirar a Carmen y a Eva incluso cuando dormían,. etc..etc.Todo eso ya lo he metido en la maleta para este viaje y lo iré sacando poquito a poco.. cuando sienta que se acerca un momento de bajón, que aunque no lo parezca los tengo..muy poquitos pero los tengo..y como todas las maletas tiene una cremallera para las cosas pequeñas que se olvidan pero son las mas importantes:: Hoy he metido "todooo" el cariño y fuerza que me mandáis....Comienza mi viaje...

domingo, 4 de septiembre de 2011

Seguimos el viaje: Salida martes 5 de Septiembre

Un año y dos meses. El tiempo que hace que iniciamos el viaje a la 8ª planta del Hospital Materno Infantil. Oncología. Después de una parada, corta, demasiado corta. Iniciamos nuevo viaje a tratamiento de quimio.


Cuesta un poco recordar esas primeras visitas, quizás porque la memoria falla a conciencia, quizás porque se está pendiente de lo importante, que es superar el tratamiento. O quizás, simplemente, prefiero no recordarlas para centrarme en las que comenzamos de nuevo.

Desde aquí iré relatando el recorrido de ese viaje. Con dos billetes de ida, porque el de vuelta no tenemos prisa. Sabemos que lo tendremos, pero por ahora,  no nos preocupamos de ¿cuando? Dos billetes de viaje, el suyo, el de ella, que vive la enfermedad en primera persona, y el mío, que por mucho que quiera nunca estaré en su piel, ni experimentaré sus miedos, ni sus molestias, ni sus dolores...
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Pero si viviré la experiencia de acompañarla.  De reírme con ella, de reírse de mi, de seguir sus bromas...de hacer esa peregrinación, forzosa, para ella, voluntaria para mi, a la octava planta: oncología.
Próxima salida: martes 5 de septiembre.